Guatemala, que en el idioma náhuati significa “lkugar de muchos árboles”, es un país reconocido por su importante y vasta riqueza natural. Su ubicación, en el parte norte de Centroamérica y encajada entre el Pacífico y el Caribe, ha dotado a la nación de una singularidad en cuanto a su vegetación, fauna y demás. También se nota en el propio terreno, en la forma en la que las cordilleras han surgido desde hace millones de años en lo que hoyo es territorio guatemalteco. Al estar tan cerca de cuatro fallas sísmicas, los terremotos han sido muy habituales, y la formación de estas largas cordilleras ha generado también la aparición de volcanes. Estos se encuentran en todos los países de Centroamérica, por esas mismas razones, pero el contar con algunos activos en época reciente ha hecho que la atención de los amantes de los volcanes se centre en Guatemala.
Por desgracia, la actividad de estos volcanes puede llegar a ser devastadora cuando entra en erupción, como se pudo comprobar en el 2018. En junio de ese año, el volcán de Fuego entró en erupción, de una forma bastante valiente además, provocando la muerte de 300 personas y miles de damnificados. Si bien hay volcanes activos que todavía pueden causar estas desgracias, la mayoría de los volcanes del país están inactivos desde hace cientos o incluso miles de años. Eso no impide que puedan volver a su actividad, pero son catalogados como seguros por parte de los expertos, al menos por ahora. Tanto es así que muchos visitantes suelen viajar a Guatemala solo para conocer dichos conos volcánicos, algunos de ellos absolutamente impresionantes y de más de 4.000 metros de altura. La singularidad de los volcanes los ha convertido en todo un atractivo, y vale la pena conocerlos, tanto si vienen de fuere como si son de la propia nación. La mayoría de ellos se ubican en la Sierra Madre, cerca del Pacífico, un lugar de naturaleza indómita que vale la pena visitar.
Guatemala: tierra de volcanes
En total, se calcula que en Guatemala hay 288 formaciones volcánicas, aunque no todas ellas son “volcanes” tal y como los entendemos nosotros. Para los expertos, cualquier formación que se haya creado a través de un movimiento sísmico concreto puede llegar a ser de origen volcánico. Pueden ser esas inmensas montañas que escupen fuego y lava de cuando en cuando, o sencillamente, un terreno que se creó tras una erupción, hace milenios, y hoy reviste de cierta importancia geológica. Ocurre lo mismo en otros lugares cercanos a formaciones volcánicas que tuvieron su relevancia hace mucho tiempo, y que quedaron marcados precisamente por ese entorno árido y casi lunar que encontramos en muchas de las zonas cercanas a estos volcanes.
Cuántos volcanes hay en Guatemala
Según el Instituto Geográfico Nacional, máxima autoridad sobre este tipo de temas en Guatemala, existen a día de hoy 32 volcanes reconocidos. La Federación Nacional de Andinismo aumenta esa cifra a 37, por sus consideraciones particulares. El total, contando todas las zonas volcánicas, sería de casi 300, repartidos por buena parte del país, pero con una mayor concentración en la Sierra Madre. Esta cordillera se despliega a lo largo de todo el sur del país, en paralelo el Océano Pacífico, y no a mucha distancia de algunas de las ciudades más importantes de la nación. De hecho, los volcanes activos, que son tres actualmente, están a apenas unos kilómetros de distancia de Ciudad de Guatemala, la capital.
El territorio del país no es excesivamente grande, y además la mayoría de volcanes están reunidos en una misma zona, por lo que esta región sureña se convierte en uno de los mejores sitios para estudiarlos y conocerlos mejor. Hay países con mayor número de volcanes, empezando por Estados Unidos y siguiendo por Ecuador, por ejemplo. Sin embargo, pocos cuentan con una cantidad tan grande de estructuras volcánicas en una zona tan concentrada. Esto hace que Guatemala sea considerada como zona sísmica, al estar también justo en medio de varias fallas tectónicas. Los terremotos son habituales en el país, igual que en México y en otras regiones de Centroamérica. Esto provoca que Guatemala tenga que preparase no solo para los movimientos sísmicos, sino también para las erupciones inadvertidas de algún volcán.
Qué volcanes están activos
De los 32 volcanes principales de la nación, solo en ocho de ellos se han encontrado muestras de actividad histórica relativamente reciente, esto es, en los últimos siglos. De entre ellos, tan solo tres siguen activos a día de hoy, algunos en plena erupción, de hecho. Son el Volcán de Pacayá, el Volcán de Fuego y el Volcán de Santiaguito. Es este último el que suele entrar en actividad más a menudo, y de una forma más violenta, si bien es cierto que el Volcán de Fuego suele provocar daños más graves en las erupciones fuertes. Este volcán es uno de los más altos del país, y sus recientes erupciones han dejado un rastro de lava que todavía se puede comprobar in situ, ya que el turismo sigue muy activo en la región.
Visitar los volcanes de Guatemala
Dependiendo del lugar y la zona que visitemos, hacer turismo de volcanes en Guatemala puede ser algo incluso peligroso, y hemos de tener en cuenta que algunos de estos conos siguen en activo y pueden entrar en erupción en cualquier momento. Hoy por hoy, los datos sísmicos ayudan a prever este tipo de erupciones, y así evitar males mayores, pero otras más pequeñas escapan a los controles y pueden causar tragedias entre los turistas que visitan la zona. Por eso la mayoría opta por visitar los volcanes que están fuera de actividad, que también son muy numerosos en Guatemala, y una opción perfecta para quien quiera conocer más sobre estas estructuras geológicas.
El Volcán Santa María, que estuvo activo hasta principios del siglo XX, parece hoy totalmente inactivo y es uno de los reclamos más importantes de todo el país. Son miles las personas que lo visitan cada año, realizando rutas a pie por sendero de sus laderas, comprobando de primera mano cómo la fuerza de la lava y el fuego ha dejado su marca en este impresionante monte. El volcán más alto del país, el Tajumulco, también se mantiene inactivo con sus más de 4.200 metros de altitud. Una de las mejores cosas que tiene esta zona es que está relativamente cerca de las grandes ciudades del país, por lo que las excursiones a la región se pueden realizar fácilmente.